lunes, 27 de junio de 2011

Infarto de amor (para una gatita pellizcona)

"... lo siento, pero creo que deberiamos dejarlo..."
Sus palabras resonaban en mi mente una y otra vez, como una voz que lo único que quiere es verme sufrir. Cada letra de esa frase arrancaba una lágrima de mis ojos que resvalaba y caía en mi almohada empapada. Mi nariz atascada me impedía tomar bien el aire, que entraba en forma sollozos sordos por mi boca. Sentía frío. Mis pies estaban helados y algo amoratados al igual que mis labios y mis manos.
Cada temblor de mi cuerpo me dolía como una paliza.
"... lo siento..."
Yo si que lo siento, siento soledad, siento frío sin tu calor, siento un vacío en mi pecho en el lugar donde debió estar mi corazón. El aire me empezaba a faltar. Perfecto un ataque de ansiedad...
"...lo siento... lo siento, pero creo... pero creo que deberíamos..."
Se repetía una y otra vez en mi cabeza, me dolia mucho. Pero más me dolía el corazón que me palpitaba como un martillo neumatico en el pecho. Sentía que se me podría salir en cualquier momento, e ir en tu busca pues tuyo fue, tuyo es y tuyo será por siempre.
"... Dejarlo, dejarlo, dejarlo, dejarlo..."
No, no puede acabarse así, me niego... Respiraba con dificultad cuando de repente un fortísimo dolor en el pecho me hizo soltar un grito ahogado que se convirtio en mi último aliento...
-Me has... roto el corazón...

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